Redacción
Vacunación infantil puede impactar crecimiento económico
$20 en vacunación por niño puede incrementar en $2.000 millones el PIB de un país en 15 años.

Las vacunas han desempeñado un papel importante en la reducción significativa de la carga mundial de varias enfermedades infecciosas graves Aunado a esto, la inversión temprana en vacunas puede resultar en beneficios sustanciales para la economía y la salud de un país, de acuerdo con los resultados del estudio “Vacunación y tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto”.
El estudio usa como referencia la vacunación en DTP (difteria, tétanos y tos ferina) y muestra que las tasas mejoradas de vacunación infantil se asociaron con el crecimiento económico, sugiriendo aumentos significativos y de largo plazo en la tasa de crecimiento del PIB. De hecho, la mejora de la tasa de vacunación infantil de un país, incluso en apenas un 1%, mostró una mejora considerable en el crecimiento económico.
“Las estimaciones del estudio plantean que si un país con ingresos bajos invirtiera $20 en vacunación por niño, los beneficios económicos estimados se traducirían en $2.300 millones adicionales para el PIB de ese país es los siguientes 15 años”, indicó el autor principal del estudio Neal Masia, profesor adjunto de Economía y Administración en la Universidad de Columbia en Nueva York, y vicepresidente de Pfizer en el área de Impacto en la salud y pacientes.
Lo anterior responde, entre otros factores, a que los bebés que han sido vacunados tienen más probabilidad de mantenerse saludables. A modo de cascada, niños saludables pueden asistir al sistema educativo mientras que sus padres se mantienen económicamente activos. Igualmente, invertir en vacunas permite crear una generación de adultos sanos que contribuyan al desarrollo económicos por medio de sus ingresos y conocimientos.
De acuerdo con el estudio, las tasas de vacunación varían significativamente entre países y la fortaleza de los programas de vacunación es una cuestión de elección pública, limitaciones de infraestructura, restricciones presupuestarias y muchos otros factores, y hasta ahora ha habido poca investigación para ayudar a facilitar una conversación entre los ministros de salud y finanzas.
“Esta investigación contribuye a enmarcar la discusión en los países de ingresos medios sobre cuánto invertir en programas de vacunación infantil. El efecto económicamente significativo y aparentemente duradero de las vacunas en el crecimiento económico sugiere que la vacunación es una intervención de salud prioritaria que los países deben mantener”, concluyó Masia.